Ante miles de visitantes que asisten al Smithsonian Folklife
Festival–Perú Pachamama, que se desarrolla en Washington (Estados
Unidos), el Perú presentó El Hatajo de Negritos y la Marinera Mochera,
dos danzas peruanas que forman parte del espectáculo artístico para
promocionar nuestro país como destino único en el mundo.
La ministra de Comercio Exterior y Turismo
(Mincetur) y presidenta del Consejo Directivo de Promperú, Magali Silva
Velarde–Álvarez, sostuvo que ambas danzas, que arrancaron el aplauso de
los asistentes, son primordiales en el imaginario costumbrista peruano, y
poseen un componente religioso y social que cautiva a los turistas.
“Estas
danzas dan cuenta de saberes musicales y coreográficos populares de
larga data; una procede de la costa sur, la otra de la costa norte; una
de la población afroperuana y mestiza, la otra de la población mestiza y
nacional. Una muestra su devoción al Niño Jesús durante los festejos de
Navidad, la otra simboliza el galanteo en la relación de una pareja”,
detalló.
El Hatajo de Negritos
se recrea entre la población afroperuana y mestiza de la costa central
el Perú; es tradicionalmente ejecutada por hombres y su particularidad
es el zapateo que, en el distrito de El Carmen, de donde provienen los
seis integrantes de la renombrada familia Ballumbrosio que participan en
el festival, se acompaña de un violín.
La danza
implica una organización que administra diversos roles y tareas que
permiten su realización. Hay ensayos previos, construcción de un altar,
planeamiento de visitas, confección de vestuario. El conjunto de estos
saberes y conocimientos han sido presentados ante las autoridades de la
Unesco para postular su inclusión en la Lista Representativa del
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Por
otro lado, desde el pueblo de Moche, en la cálida región de La
Libertad, participa en Washington DC un grupo de diez danzantes que
brindan a los visitantes de Perú Pachamama una forma única de bailar la
marinera, la sencilla y tradicional Marinera Moche, una de las variantes
más antiguas de la tradicional danza peruana.
Ronald
Fernández, tricampeón nacional y cultor de la marinera de Moche,
explicó que en este baile hay venias, reverencias y el movimiento de los
cuerpos es libre. Lo festivo se muestra con su balanceo cadencioso, y
expresa claramente la personalidad de la marinera de Moche: respetuosa,
sencilla, creativa y totalmente festiva.
Para
Fernández, el baile de pareja en el estilo mochero no es a través de un
enamoramiento, sino de galanteo. Las parejas al bailar hacen un
sinnúmero de ocurrencias pícaras y espontáneas, muy propias de la
cultura norteña. Y esto expresa la pugna entre el varón y la dama. Todo
es muy creativo, natural. No hay una coreografía establecida.
Su
origen, destaca, es de la gente del campo. Los campesinos tienen la
chacra al lado de su casa y nadie usa zapatos. Es una forma de vida
cotidiana. Su hermana Olga fue la primera en atreverse a bailar descalza
en un campeonato en 1968, y lució por primera vez el típico atuendo
mochero: aretes, alhajas, trenzas. Luego de ese año se estableció que
las mujeres bailen descalzas.
Perú
Pachamama se realizará del 24 al 28 de junio y del 1 al 5 de julio,
coincidiendo con el Día de la Independencia de Estados Unidos, fecha que
congrega a miles de turistas de ese país y de todo el mundo, lo que
representa una excelente vitrina para promover a nuestro país como un
destino de culturas vivas y experiencias únicas para los viajeros.
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