Marinera Norteña

Se desconoce su origen exacto. Adquirió características de bailes coloniales nativos norteños y fue conocida como marinera durante la independencia del Perú (1821). En la marinera norteña el hombre baila con zapatos, en cambio la mujer, que representa a la campesina, no los usa. Con la práctica constante las plantas de los pies se curten y endurecen y las mujeres pueden bailar descalzas sobre suelos irregulares, ásperos y calientes sin que esto afecte la calidad del baile. La marinera en el norte (departamentos de Lambayeque, La Libertad, Piura y otros) es ágil, airosa, elegante, libre, alegre y espontánea, mostrando durante todo el baile un coloquio amoroso en el cual la dama coquetea con picardía, astucia e inteligencia expresando su afectividad, mientras el varón galantea, acompaña, acecha y conquista a su pareja. Este mensaje se desarrolla durante la ejecución del baile y es necesario que sea cantada como en el caso de la "Limeña", aunque también se puede bailar con banda de músicos. Se trata de un baile de contrapunto donde el varón y la dama deberán demostrar su destreza y habilidad.



Es elegante, cadenciosa y usa un pañuelo. Puede interpretarse en tono musical mayor o menor. La marinera de contrapunto o "canto de jarana" suele constar de tres cuartetas, resbalosa y fuga (puede ser más de una). La marinera limeña es un baile de salón que comparte con las otras variantes una estructura común, compuesta por la Primera, Segunda y Tercera Jarana, Resbalosa y Fuga.

La vestimenta de la marinera limeña destaca por su elegancia y sobriedad. La pieza principal es un vestido de mangas abombadas confeccionado en seda, raso o material similar que se extiende hasta la altura de los tobillos. No es casual su semejanza a la vestimenta de la cueca chilena, dado que ambos bailes tienen un origen común.

La parte superior de la prenda se inicia con un discreto escote que mantiene totalmente cubierto el busto, para continuar ceñido al cuerpo hasta el inicio de las caderas. La parte inferior o falda tiene un vuelo bastante amplio pero que no llega a tener el volumen del vestido de marinera norteña o puneña.
La bailarina debe llevar una enagua o fustán de raso o satén bajo el vestido. Dicha prenda interior quedará parcialmente expuesta durante el baile, ya sea con el movimiento cadencioso o al momento de remangar en forma coqueta el faldón del vestido.

Es obligatorio el uso del pañuelo (el cual se lleva en la mano) y de calzado (generalmente zapatos de tacón alto)
El peinado de la marinera limeña destaca por su sencillez, pues basta con recoger los cabellos hacia atrás, utilizando un moño. No obstante, es aceptado el uso de accesorios de adorno

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